Esto no es una crítica, es una observación. Los artistas no mejoran el estilo de sus predecesores, inventan estilos nuevos. Los sacerdotes, los rabinos y los pastores no intentan mejorar la prédica de sus maestros, la repiten, la interpretan y la enseñan. Los pseudocientíficos no corrigen los errores de sus predecesores, los perpetúan.
Los principios de la economía deben estar fundamentados en cinco postulados y un valor esencial. Primero: la economía está para servir a las personas y no las personas para servir a la economía. Segundo: el desarrollo se refiere a las personas, no a las cosas. Tercero: crecimiento no es lo mismo que desarrollo y el desarrollo no necesariamente requiere de crecimiento. Cuarto: no puede existir una economía con un ecosistema fallando. Quinto: la economía es un subsistema de un sistema mayor y finito: la biosfera. Por lo tanto, el crecimiento permanente es un imposible. Y el valor fundamental para poder consolidar una nueva economía es que ningún interés económico, bajo ninguna circunstancia, puede estar por encima de la reverencia por la vida.
La idea de culpar a los profesores por nuestra crisis financiera, que habría sido vista como completamente demente hace un año, se convierte en sabiduría popular. Los republicanos no sostienen posiciones impopulares y son fieles a sus convicciones. Convicciones estúpidas, ignorantes, que destruyen el mundo, basadas en fantasías económicas refutadas y antiguos libros llenos de moralidad primitiva y magos. Pero convicciones, al fin y al cabo.
Mis queridos niños:
Me alegra verlos hoy aquí, juventud feliz de una tierra alegre y dichosa.
No olviden nunca que las cosas maravillosas que aprenden en la escuela son obra de muchas generaciones, producto del esfuerzo entusiasta y del trabajo incansable de todos los países del mundo. Se deposita todo esto en sus manos como herencia para que lo reciban, lo honren, lo aumenten y puedan transmitirlo un día fielmente a sus hijos. Así es como nosotros, los mortales, alcanzamos la inmortalidad en las cosas permanentes que creamos en común.
Si nunca olvidan esto, hallará un sentido a la vida y al trabajo, y adoptarán la actitud más correcta hacia otras naciones y otras épocas.
exorcismos… Las estrellas de cine acuden a médiums. Los aviadores que pilotan milagrosos mecanismos creados por el genio del hombre llevan amuletos en la chaqueta. ¡Qué inagotable reserva de oscuridad, ignorancia y salvajismo poseen!
En algún momento se pensó que las posibilidades que tenían las personas no se habían desarrollado porque todos eran ignorantes, y que este problema se solucionaría con la educación: si todas las personas recibieran instrucción, quizá todos podríamos ser Voltaire. Pero resulta que la falsedad y el mal pueden enseñarse tan fácilmente como el bien. La educación es una fuerza poderosa, pero puede funcionar en una dirección o en otra.
Yo he oído decir que la comunicación entre naciones debería llevar a una comprensión y, por lo tanto, a una solución al problema del desarrollo de las capacidades del hombre. Pero los medios de comunicación pueden ser controlados y sofocados. Lo que se comunica pueden ser tanto mentiras como verdades, tanto propaganda como información real y valiosa. La comunicación es una fuerza poderosa, pero puede serlo para bien o para mal.
Es imposible vivir sin la web, creo que ahora mismo se trata de un derecho de la humanidad. Al igual que sin agua no podemos vivir, si no estas conectado y eres parte de la sociedad de la información no crecerás, no te harás más grande.
Ahora, quiero que ustedes, los teabaggers, entiendan una cosa: mientras ustedes idolatran a los Padres Fundadores y se visten como ellos y huelen como ellos, creo que está suficientemente claro que los Padres Fundadores los habrían odiado.
Y lo que es más: ustedes los habrían odiado a ellos. Ellos eran todo lo que ustedes desprecian. Ellos estudiaban ciencia, leían a Platón, iban de fiesa a París y creían que la Biblia era mierda en su gran mayoría.
[…] Al super religioso Glenn Beck le gusta jugar a disfrazarse como Thomas Paine. Thomas Paine, un ateo que dijo que las iglesias eran invenciones humanas creadas para aterrorizar y esclavizar a la humanidad.
John Adams. Adams dijo que este sería el mejor de los mundos posibles si no hubiera religión en él. Que no es lo mismo que afirmar que los Fundadores no tenían un código moral. Por supuesto que lo tenían. Pero simplemente no lo derivaban de la Biblia. Bueno, excepto por la parte que dice que está bien tener esclavos. Está ahí, amigos. Yo no me lo inventé.
Los Fundadores diferían entre ellos acerca de eso y muchos otros asuntos. Pero, lo único sobre lo que nunca discutieron fue que el poder político debía permanecer en las manos de las personas más inteligentes y fuera de las de los más tontos boquilargos que hacen que la fila en el supermercado sea más lenta. Y aún así Sarah Palin alguna vez dijo de Obama: “¡Necesitamos un comandante en jefe, no un profesor de leyes parado sobre un atril!” ¿Qué tan gay es eso? Odio echárselo en cara, pero: Thomas Jefferson, abogado; Alexander Hamilton, abogado constitucional; James Madison, abogado; John Adams, abogado constitucional. Ellos no eran los hombres comúnes y corrientes de su época.
Ben Franklin estudió fenómenos científicos como los truenos y la Aurora Boreal. Y si estuviera vivo hoy en día, probablemente le podría explicar a Bill O’Reilly por qué la marea entra y sale. James Madison hablaba fluidamente el griego y el latín y pudo traducir a Virgilio y Cicerón. John Boehner no puede traducir a Fareed Zakariah. Y Thomas Jefferson fue un astrónomo y físico que fundó la Universidad de Virginia, tocaba el violín y hablaba seis idiomas. O como diría Palin: “los hablaba todos”.
La fe significa hacer una virtud de no pensar. No es nada para presumir. Y los que predican la fe, y la permiten y la elevan son dueños de esclavos intelectuales, manteniendo a la humanidad en una servidumbre a la fantasía y el absurdo que ha generado y justificado tanto la locura como la destrucción.
— Pruebe a encender una cerilla rascándola contra un trozo de gelatina, caballero.
¿Habrá que señalar que, desde la más remota antigüedad, la pérdida de coraje ha sido considerada siempre como el principio del fin?
Hoy en día uno debe ser un creyente muy ignorante para imaginar que la religión de uno, o cualquier religión, puede brindar explicaciones abarcativas. Cuando han estudiado más allá de un cierto nivel, todos los creyentes aprenden que las teorías más confiables sobre los orígenes de la vida no necesitan del Dios de los libros sagrados. Los científicos más brillantes y el pensamiento avanzado han dejado atrás la religión. Es por esta razón que la religión, que alguna vez inspiró las más sublimes creaciones del hombre, ya no produce arte, literatura o filosofía de valor alguno; por eso es imposible imaginar una nueva alta cultura religiosa.