El pseudoprogresista papa Frank volvió a ser noticia esta semana cuando dijo algo increíblemente obvio, y que todos los medios se apresuraron a copi-pegar en un frenesí igual de absurdo.
Segun el capo di tutti capi, “es mejor ser ateo que un católico hipócrita“:
El Papa Francisco volvió a criticar a ciertos miembros de su propia Iglesia, insinuando que “es mejor ser ateo que uno de muchos católicos que llevan una doble vida de hipocresía”. Esas palabras se dieron en comentarios improvisados en la misa privada matutina en su residencia.
“Lo escandaloso es decir una cosa y hacer otra, es la doble vida. Hay algunos que dicen: Yo soy muy católico, siempre voy a misa, pertenezco a esta asociación y a la otra”, dijo el líder de la Iglesia Católica con 1.200 millones de fieles, según una transcripción de la radio del Vaticano.
O sea que, según el papa Frank, el católico no-practicante es aún peor que el ateo. No me explico cómo hubo ateos que consideraron la declaración de Francisco digna de celebrar y compartir, pero a mí la ateofobia no me emociona, ni siquiera cuando es dicha de manera rimbombante o por una celebridad.
Y la cuestión no tiene mucho sentido, tampoco: los ateos sólo compartimos nuestra descreencia en dioses, y nada más — no tenemos la misma fuente de moralidad, así que agrupar a todos los ateos en la misma categoría ética no es más que un hombre de paja.
Dicho lo cual, también vale la pena examinar lo que dijo Francisco. Según él, es mejor el católico practicante, obediente, borreguito, que pregunta qué tan alto cuando el sacerdote le ordena saltar, a ser católico no-practicante. Eso es demostrablemente falso.
Los que siguen a pies juntillas la doctrina de la Iglesia, quieren restringir el uso de anticonceptivos, creen que la población LGBTI no puede casarse o adoptar, juzgan la vida sexual ajena, quieren prohibir el divorcio y la eutanasia —incluso para los no-católicos—, se oponen al derecho a abortar, y sienten un placer morboso con la presunta tortura eterna de quienes no nos tragamos el cuentico del zombie judío son aún peores que sus correligionarios no-practicantes que, por lo menos, dejan en paz a los demás.
(imagen: DonkeyHotey)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio
