Casi 20 años antes de que todo el mundo hablara de Trump y la posverdad, nació Snopes, uno de los primeros proyectos de fact–checking, que se especializaba en desmitificar leyendas urbanas y teorías conspiranóicas que se abrían camino por fuera del nicho magufo donde habitaban por medio de cadenas de correo.
Con el tiempo, Snopes se convirtió en el sitio de referencia para debunkers y escépticos que se cruzaban con estas repugnantes y descabelladas afirmaciones, siempre ofreciendo la mejor evidencia disponible para cada caso. A medida que el populismo se ha ido tomando el mundo, la labor de Snopes fue entrando en el terreno político, desenmascarando cuanta noticia falsa cruzaba el timeline de sus editores. La movida no le hizo gracia a algunos ‘medios’ que más bien son órganos de propaganda de ciertas agendas políticas, que vieron cómo sus panfletos eran reducidos a trizas por el más honesto ejercicio periodístico. Una de las ‘víctimas’ de Snopes —que realmente es víctima de sí misma, por falta de rigurosidad— fue el ‘medio’ británico Daily Mail, del que hay un gigantesco archivo en Snopes con muchas de sus notas calificadas como mayormente falsas.
Ahora el Daily Mail se ha desquitado. Más o menos. La semana pasada, el Mail publicó una nota en la que se hacen eco del divorcio de los fundadores de Snopes, David y Barbara Mikkelson, y el nuevo matrimonio de él con una exactriz porno que trabaja para Snopes. Aparentemente, el Daily Mail obtuvo copias de los documentos del divorcio, que incluye acusaciones de que David Mikkelson estaría incurso en malversación de fondos y estaría tratando de conseguir beneficios fiscales despilfarrando dinero.
No es la primera vez que ocurre esto, ni será la última: cuando los magufos y traficantes de miedo no tienen argumentos para respaldar sus afirmaciones, recurren a la difamación, entrometiéndose en la vida privada del escéptico de turno, y su obsesión no conoces límites. Sé de algún ardido cuya obsesión lo lleva a inventarse cosas que no son ciertas (y hasta cambiar orientaciones sexuales). Todo con tal de arruinar la reputación de quien tuvo la osadía de cuestionar su creencia.
Lo chistoso —al menos para mí— es que la verdad no cambia, así la digan Agamenón o su porquero, y los gustos de alguien y lo que haga en la privacidad de su hogar (y con el consentimiento informado de todas las partes involucradas) no es problema de nadie más. Mejor dicho: el hecho de que llueva no cambia, independientemente de que lo diga un meteorólogo, una persona casada, una persona soltera, un gay, un heterosexual, o alguien que ha incursionado en el trabajo sexual. (Y haber sido actriz porno no priva a nadie de las capacidades críticas para investigar la veracidad de una historia.)
Curiosamente, el Daily Mail no dijo absolutamente nada sobre la veracidad de Snopes — y ese es el punto: Snopes sigue siendo una fuente confiable de fact–checking, independientemente de las vidas privadas de quienes están a cargo.
____
Publicado en De Avanzada por David Osorio