Esta semana Angela Merkel hizo un llamado a prohibir el velo islámico en Alemania:
Merkel dijo que las prohibiciones de revestimientos tales como la burka y el niqab deben ser promulgadas “donde sea legalmente posible” — medidas que probablemente incluirían lugares como tribunales, escuelas públicas y universidades, junto en ocasiones tales como paradas de tráfico y registros policiales.
Algunos consideran que la medida es un ataque contra la población musulmana, pero no es así: la prohibición sólo aplica a lugares y circunstancias en donde legalmente se requiere ver la cara completa de los individuos para su identificación. Si alguien quiere ir vestido como Darth Vader al centro comercial o al parque puede hacerlo, pero en un aeropuerto, un banco o al sacar el pasaporte es lógico exigir que todas las personas muestren su cara.
Hasta ahora, la ley alemana consagra una excepción por motivos religiosos a esta norma, pero eso no es más que privilegio religioso: ¿por qué darle este tratamiento preferencial a quienes insisten en cubrir su cara con un símbolo de opresión porque así lo exige su amigo imaginario, pero no a los fans de RoboCop?
El llamado de Merkel es para acabar el privilegio religioso, y es deseable que cada vez haya más llamados por el estilo.
(imagen: Metropolico)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio