Hace unas semanas se publicó el artículo Responding to Richard: Celebrity and (mis)representation of science, en la más reciente edición de la revista Public Understandings of Science. El artículo recoge las opiniones negativas que algunos científicos tienen sobre la forma en que Richard Dawkins divulga ciencia.
El diseño metodológico del artículo mola un montón: de un estudio más grande, que entrevistó a más de 20.000 científicos de ocho países; se tuvo en cuenta la participación de 1.581 científicos británicos. De esos, 137 respondieron entrevistas a profundidad. De esas 137 entrevistas, 48 participantes hicieron menciones sobre Richard Dawkins, de las cuales cerca del 80% eran negativas. El artículo de marras recoge esas 48 menciones y concluye que una ‘mayoría’ de científicos británicos se opone al estilo divulgativo de Dawkins. Y de ahí concluyeron que Dawkins tergiversa la ciencia. Ahh, jugar con los números para llegar a la conclusión establecida previamente es espectacular. ¡Y hay más!
El estudio fue dirigido por una tal Elaine Ecklund, socióloga de la Universidad Rice, que ha construido su carrera afirmando que los científicos son mucho más religiosos o amigables con la religión de lo que se asume normalmente. Para más inri, resulta que el estudio fue financiado por la Fundación Templeton, que tiene la misión de engañar al público general, haciéndole creer que la ciencia y la religión son compatibles y pueden convivir en armonía. Para nadie será una sorpresa saber que Templeton ha financiado buena parte de la carrera de Ecklund — ¡qué coincidencia!
Y hablando de tergiversar, parece que Ecklund et al cayeron en aquello de lo que acusan a Dawkins. Aunque su ‘investigación’ dice que los científicos británicos creen que Dawkins tergiversa la ciencia, la mayoría de los comentarios negativos sobre él, fueron hechos sobre su estilo divulgativo, su personalidad (abundan las acusaciones de “arrogante”… como le ocurre a cualquier ateo intelectualmente honesto, que no trate diplomáticamente la religión — ¡yo sería rico si recibiera un centavo por cada vez que alguien me ha dicho que soy arrogante!), o su ‘fundamentalismo’ ateo —lo que quiera que eso signifique—.
En resumen: tenemos una ‘investigación’ financiada por una organización que existe para promover el pensamiento mágico, hecha por una señora que vive de promover la religión/espiritualidad, que aprovecharon que un número ínfimo de personas discrepaban de la forma como Dawkins divulga ciencia para decir que él la tergiversa, la cual —ohh, sorpresa— era la conclusión que habían establecido con anterioridad. Todo muy honesto.
(imagen: Wikipedia)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio
