En todo caso, no pude evitar la carcajada cuando supe que los pastores evangélicos en Colombia —no felices con entrometer su superstición en la política colombiana— entraron en la campaña presidencial estadounidense (!) para oponerse a Hillary Clinton porque, según dicen, sus políticas promueven el Nuevo Orden Mundial (lo que quiera que eso sea) y ella le estaría allanando el camino al villano de su libro de ficción, que llaman Anticristo (?):
Jajaja, los pastores evangélicos son insuperables como hazmerreír — su poder de influencia en la política gringa se aproxima bastante a cero, y más aún si empezaron esta risible campaña de desprestigio el mismo día de las elecciones (por eso, esta entrada ni siquiera tiene la etiqueta de laicismo). Y toda esa parafernalia de amigos imaginarios, enemigos imaginarios y bloquear el avance de los derechos de otras personas que en nada los afecta, los hace bufones difíciles de superar en un mundo civilizado, en pleno siglo 21.
Yo, por lo menos, celebro ver que los loquitos con sombrero de aluminio traficando con el miedo al “nuevo orden mundial” vuelvan a ser los loquitos de la extrema derecha que se inventaron esa ridiculez en primer lugar. (Aunque nunca estará de más que alguien me explique por qué la izquierda regresiva y magufa tiene esa vergonzosa debilidad y fascinación morbosa para creerse a pies juntillas todas las chifladuras que se inventan sus enemigos intelectuales.)
(vía William Pérez)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio