La antigua líder estudiantil y ahora diputada chilena, Camila Vallejo, presentó hace unas semanas un proyecto de ley para que en el parlamento de ese país se deje de invocar a un dios al inicio de las sesiones:
Aunque según NTN24 sólo es una postura del Partido Comunista, en CNN Chile muestran que la propuesta es apoyada por otros diputados como el independiente Giorgio Jackson, y Marcela Hernando del PRSD —quien, además, es católica—.
A los defensores del privilegio religioso no les hizo mucha gracia la iniciativa y, como de costumbre, sus contra-argumentos son absurdos. Los sectores religiosos dicen que es una tradición de hace siglos… que es lo mismo que dijeron cuando se discutía la abolición de la esclavitud o derogar la prohibición del voto a las mujeres — que algo sea histórico o tradicional no lo hace menos injusto o inapropiado. A su vez, sus políticos marioneta (los conservadores), dijeron que había temas más importantes para legislar; porque los pobrecitos seguramente viven supremamente ocupados y no les queda tiempo para corregir un injusticia histórica que discrimina a todas las minorías religiosas y no religiosa del país. ¡Qué atrevido pedirles de su tiempo para que reparen tal nimiedad!
No tengo mucha idea de política chilena y, ciertamente, no tengo la mejor impresión de Camila Vallejo, pero reconozco que su propuesta es valiosa, como lo son todas las que defienden la neutralidad religiosa del Estado (de cualquier Estado), porque eso se traduce en garantías para las minorías. Ojalá los chilenos tengan mejores políticos que los colombianos, y hagan realidad la propuesta.
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Publicado en De Avanzada por David Osorio