Uno de los pastores-políticos que pusieron a votar NO a sus borregos el fatídico 2 de octubre es Miguel Arrázola, que predica en Cartagena (Bolívar). Ante los resultados, manifestantes por el SÍ y defensores del laicismo fueron a manifestarse afuera del templo donde Arrázola escupe su odio, lugar que se llama Ríos de Vida.
Noticias UNO denuncia que los manifestantes fueron grabados por dos hombres que dijeron pertenecer al grupo terrorista Los Pepes, y quienes aparentaron sacar un arma de la cintura… algo que finalmente no hicieron, posiblemente, porque estaban siendo grabados — días después, los manifestantes empezaron a recibir amenazas:
Sé que hubo votantes por el NO que lo hicieron a conciencia —varios, lectores de De Avanzada—, y que no todos lo hicieron porque se tragaran las ridiculeces uribistas o que fueran manipulados por clérigos religiosos.
El punto es que, independientemente de sus razones, esos resultados reforzaron este tipo de escenarios. Nos guste o no, nuestras acciones tienen consecuencias y, con frecuencia, efectos secundarios inesperados. Y votar sin tener esto en cuenta es un acto tremendamente irresponsable.
Ojalá el caso no pase a mayores, y los bufones que amenazaron a los manifestantes sean hallados por las autoridades y juzgados.
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Publicado en De Avanzada por David Osorio