Como ha sido la costumbre de este Gobierno débil y pusilánime, una vez más los actos oficiales estuvieron signados por privilegio religioso.
El presidente Juan Manuel Santos le encomendó a su amigo imaginario el presunto gran paso que es firmar la ‘paz’ con un grupo terrorista (para rematar, la campaña ha sido de una hostilidad atroz con la ortografía y el idioma castellano):
[#EnVivo] Encomendamos a Dios este gran paso que hoy dará nuestro país. Me encuentro en la Liturgia de la Palabra: Oración por la Reconciliación de Colombia #LaFeliSÍdad
¿Cuánto más habrá que repetir que Colombia es un Estado laico y que el laicismo garantiza la diversidad religiosa que, a su vez, es una salvaguarda de la paz, para que el Gobierno se lo tome en serio?
Votaré SÍ en el plebiscito porque entre el fascismo y una erosión gradual de la democracia, me quedo con la segunda. Es un voto utilitarista en un juego de suma cero, y mi decisión no es porque esté ni remotamente convencido de las virtudes del dichoso proceso. Y así, con privilegio religioso a cada paso, menos.
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Publicado en De Avanzada por David Osorio
