Hace unos días, Semana publicó un artículo sobre ChocoGen, un proyecto para estudiar el genoma de la población del Chocó (uno de los departamentos más pobres de Colombia) y, con base en los datos obtenidos, mejorar la prevención en salud y el tratamiento de enfermedades en el Departamento:
“En un país como Colombia esta información ayudaría a guiar la distribución de los recursos económicos de acuerdo con esos perfiles genómicos de salud y enfermedad”, dice Augusto Valderrama, docente de la Universidad Libre de Cali y profesor visitante de GeorgiaTech, quien hace parte de este proyecto.
La población estudiada tiene una marcada herencia africana, pero también un trasfondo genético europeo y de nativo americano. “Esta mezcla los hace muy diferentes a los afros de Estados Unidos y del Caribe”, dice el experto. Esto indica que las investigaciones hechas con poblaciones afronorteamericanas no necesariamente aplicarían a estos grupos y se necesitaría adelantar estudios propios.
En uno de los datos más relevantes, los chocoanos están más predispuestos a enfermarse de malaria cerebral, la más letal de todas, pero lo curioso es que eso no se refleja en los reportes de mortalidad. “Creemos que el subregistro se debe a que los enfermos mueren antes de llegar al puesto de salud debido al difícil acceso”, dice Valderrama. Pero ese riesgo genético elevado debería prender alarmas y hacer estrategias de prevención más estrictas en esas zonas.
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No solo se aplicarían en los riesgos de enfermedades sino también en el metabolismo de ciertas drogas. Valderrama y su grupo analizaron los marcadores genéticos asociados a la respuesta al anticoagulante Warfarina en los dos grupos. La dosis debe ser exacta porque una mayor a la indicada ocasiona hemorragias y una menor tendría menor efectividad. “Observamos que las poblaciones de Chocó y Medellín son diametralmente diferentes con respecto a estas características”, dice. Al conocer la distribución de estos marcadores genéticos se puede establecer cuál de las dos poblaciones necesita con mayor urgencia las pruebas que determinan la forma de empezar la terapia. Este es solo un ejemplo de cómo el conocimiento del genoma de las poblaciones puede afectar positivamente los planes y decisiones a nivel de salud pública.
La página del proyecto está un poco destartalada, pero la idea detrás del proyecto es genial: utilizar la ciencia y la tecnología para mejorar sustancialmente la atención en salud del Departamento.
Aunque es la primera vez que escucho al respecto, Google me informa que el proyecto se viene adelantando, por lo menos desde hace dos años, cuando Las2Orillas publicó un artículo al respecto.
(imagen: Universidad Tecnológica del Chocó)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio