Un día normal, Matt Wilbourn estaba en su lugar de trabajo (en Muskogee, Oklahoma), cuando llegó una persona a solicitar donaciones para el Hogar para Niños Indios de Murrow — a Wilbourn le pareció una labor encomiable, así que ofreció $100 dólares americanos y llenó el formulario. Cuando llegó a la casilla de a nombre de quién hacía la donación, Wilbourn escribió que a nombre de la Comunidad Atea de Muskogee, que él había fundado junto con su esposa Keli.
Al ver que tendrían que darle crédito a una comunidad atea por preocuparse por el bienestar de los niños, la caridad —financiada principalmente por la Asociación de Iglesias Baptistas— rechazó la donación:
“Ella me llamó al trabajo y me dijo que no iban a aceptar nuestra donación ya que iría en contra de todo lo que creen“, dijo Wilbourn.
La empleada le dijo a Wilbourn que tendría que cambiar el nombre de la donación para que el hogar aceptara el dinero, Wilbourn se negó, y la trabajadora le dijo que el dinero sería devuelto.
“Haz las cosas por la bondad de tu corazón, ya sea por la religión o no, pero no dejes que la religión se interponga entre tú y alguien que necesita ayuda, y eso es lo que ha sucedido aquí”, dijo él.
Tras este episodio, Wilbourn inició una recaudación de fondos por Internet que consiguió $28.280 dólares en apenas nueve días. Después de intentar que el Hogar para Niños aceptara $5.000 de esos dólares, la organización sigue negándose a recibir el dinero, así que la totalidad de lo recaudado será donado a Camp Quest Oklahoma, un campamento de verano para hitchlings (hijos de padres librepensadores).
En todo caso los beneficiados serán niños, sólo que esta ayuda económica no irá para los niños del Hogar, porque sus mayores patrocinadores son intolerantes que no pueden deshacerse de sus absurdos prejuicios sobre los ateos. ¡Puro amor cristiano!
(vía Friendly Atheist)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio