En Los ángeles que llevamos dentro, en el capítulo ‘Demonios interiores‘ —mientras explica la violencia motivada por la dominación—, Steven Pinker comenta la presunta relación entre baja autoestima y la tendencia a la violencia (pág. 679):
La naturaleza social de la dominación puede ayudar a explicar qué individuos tienen más probabilidades de asumir riesgos para defenderla. Quizás el engaño popular más insólito sobre la violencia en el último cuarto de sigo es que la violencia se debe a la baja autoestima. Esta teoría ha sido respaldada por docenas de prominentes expertos, ha inspirado programas escolares concebidos para conseguir que los niños se sientan bien consigo mismos, y a finales de la década de 1980 llevó a la asamblea legislativa de California a crear un Grupo de Trabajo para Fomentar la Autoestima. No obstante, Baumeister ha demostrado que la teoría es errónea en un grado espectacular, increíble y doloroso. La violencia es un problema no de poca autoestima sino de demasiada, sobre todo cuando es inmerecida. Es posible medir la autoestima, y, según varios estudios, quienes superan los estándares normales son los psicópatas, los matones callejeros, los bravucones, los maridos maltratadores, los violadores en serie y los perpetradores de crímenes de odio. Diana Scully entrevistó en la cárcel a muchos violadores que ante ella alardeaban de ser “superdotados con múltiples aptitudes“.
(imagen: lashialee)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio
