La semana pasada, después de un mes y medio, terminó el paro de transportadores que se concentró en Boyacá.
Durante el paro, la gobernación de Boyacá aprovechó para promover el cristianismo. Por ejemplo, el 13 de julio celebraron una misa católica en las instalaciones de la entidad, con la excusa del paro:
#AEstaHora en la gobernación de Boyacá se celebra la santa eucaristía, por la vida y salud de todos los boyacenses y por el restablecimiento de los diálogos que permitan la pronta solución del paro de transportadores.
El día anterior, el Gobernador, Carlos Amaya, había sufrido un accidente ocasionado por las barricadas de los manifestantes.
Su oficina aprovechó el suceso para seguir promoviendo el cristianismo y, al poco tiempo, en la fachada de la Gobernación apareció colgado este pendón:
Porque, quienes trabajamos sin pausa y sin reposo, debemos recordar siempre que Dios da las más nobles misiones, a quienes tenemos el valor de creer y de actuar.
Unidos en oración por la salud e nuestro Gobernador Ingeniero Carlos Andrés Amaya Rodríguez y nuestros queridos compañeros, estos son tiempos para la paz y la solidaridad
sean las bases de nuestras obras
Aunque tuvieron que practicarle dos cirugías, Amaya ya fue dado de alta — ojalá se recupere prontamente. (Porque no, yo no necesito creer en amigos imaginarios para preocuparme por el bienestar de mis congéneres.)
Ojalá, en lo que le queda de mandato, Amaya y sus subalternos entiendan que Colombia es un Estado laico y que las entidades estatales no pueden promover creencias religiosas de ninguna manera.
Tampoco guardo muchas esperanzas — antes de que capitalizaran el paro para patrocinar la religión, la administración Amaya pagó los buses para el concierto cristiano de Marcos Witt. Tanto llenarse la boca con palabras de “paz” y “solidaridad”, pero a la primera oportunidad desperdician los recursos de todos los contribuyentes en las creencias privadas de algunos.
(vía Daniel)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio