Ayer, 14 de julio, se celebraban las efemérides de la toma de la Bastilla y el comienzo de la Revolución Francesa.
Durante la celebración de la Fiesta Nacional, Mohamed Lahouaiej Bouhlel manejó un camión contra la multitud en Niza dejando un saldo de más de 70 personas muertas. Los reportes de los testigos señalan que Humbert gritaba Allahu Akbar.
Además de los comentarios generales que esbocé tras los ataques terroristas en París, Bruselas y Orlando, no hay mucho más que decir — la matanza de los que no piensan igual y los no creemos es una orden divina que se deriva directamente de los libros sagrados. Eso es demostrablemente cierto.
Es frustrante y angustioso pensar que entre más se demoren en diagnosticar adecuadamente el problema e insistan con el pensamiento mágico de que las religiones sólo producen paz y amor, habrá más víctimas. El miedo a ofender o ‘alienar’ a millones de creyentes palidece ante la perspectiva de perder más vidas humanas inocentes.
¿A ustedes les parece descabellado afirmar que quien insiste en negar la relación religión-terrorismo tiene sangre en sus manos?
(imagen: @Admitonesin)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio