En febrero, la SIC sancionó a los laboratorios Jorge Hané con una multa por 709 millones de pesos.
Ayer, la Superintendencia de Sociedades ordenó su liquidación:
El ente de control informó que la firma “está imposibilitada para realizar operaciones en desarrollo de su objeto social, toda vez que, únicamente, conserva su capacidad jurídica para desarrollar los actos necesarios tendientes a la inmediata adjudicación del patrimonio”.
Lo que quiere decir que mediante Auto 430-008819 de junio de 2016, se le ordenó al exrepresentante legal que entregue al liquidador, dentro de los cinco días siguientes, los libros de contabilidad y demás documentos relacionados con sus negocios.
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La Supersociedades explicó que la promotora que ellos habían designado para el proceso de reorganización de JorgeHané Laboratories Colombia S. A. S., “informó que desde la fecha de su posesión no tuvo atención en el domicilio social de la empresa, factor que afectó la verificación correspondiente a los créditos contratos, facturas, títulos valores, contabilidad, libros oficiales y demás informes fundamentales para el reconocimientos de la acreencias”.
El superintendente de Sociedades, Francisco Reyes Villamizar, recalcó que si bien “el proceso de reorganización está diseñado para empresas que sean viables con miras a lograr su recuperación”, es necesario conocer los reportes contables y financieros de la misma.
Pero, en este caso en especial, “debido al incumplimiento en la entrega de la información anterior, de conformidad con lo dispuesto en la Ley 1116 de 2006, se hizo necesario iniciar el proceso de liquidación judicial inmediata”.
Se me ocurren dos posibles explicaciones. La primera, y que sería tremendamente dulce si fuera cierta, es que la multa de la SIC fue una estocada de muerte para la charlatanesca empresa. Eso sería ideal.
La segunda hipótesis sería que debido a la multa de la SIC el charlatán Jorge Hané prefirió hundir su barco insignia y volver a las estafas tras un proceso de rebranding, con una empresa que no goce de tan mala publicidad. Y esto es enteramente posible: si algo sabemos de los charlatanes es que no les va ponerse el mono y comenzar a trabajar; y esto es Colombia, tierra fértil para pseudociencias y charlatanes que se aprovechan de la ignorancia e ingenuidad ajenas.
Lo único que es seguro es que Hané saldrá a repetir la teoría conspiranóica de que esto fue orquestrado por las farmacéuticas… como si eso reemplazara la exigencia de que demuestre que sus productos funcionan.
(vía Un País Normal | imagen: CM&)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio
