Un judío de 46 años que no era particularmente religioso tuvo una experiencia ‘sobrenatural’ en un hospital, mientras le hacían pruebas para tratar la epilepsia del lóbulo temporal derecho. Como parte de las pruebas, el paciente dejó de tomar su medicación anticonvulsiva, y le hicieron un electroencefalograma (EEG); de repente, se quedó quieto durante varios minutos, comenzó a rezar, se puso su kippa y gritó “¡Y eres Adonai el Señor!“; luego dijo que dios le había ordenado traer la redención al pueblo de Israel.
Al revisar el caso, dos científicos ubicaron el origen físico de la ‘revelación’ en el cerebro:
Durante mucho tiempo se han documentado experiencias religiosas en pacientes con epilepsia, aunque sus mecanismos neuronales subyacentes exactos aún no están claros. Aquí, hemos tenido la rara oportunidad de grabar una conversión religiosa delirante en tiempo real en un paciente con epilepsia del lóbulo temporal derecho que estaba sometido a un video-EEG continuo. En este paciente se produjo una experiencia de revelación mesiánica varias horas después de una compleja convulsión parcial de origen temporal, compatible con la psicosis postictal (PIP). Se analizaron los tiempos del EEG en estado de reposo grabadas por separado para cada una de las bandas de frecuencia convencionales. El análisis topográfico de los tiempos de paso de banda del EEG filtrados reveló una mayor actividad en el rango baja-gamma (30-40Hz) durante la conversión religiosa en comparación con la actividad durante el estado habitual del paciente. El generador del cerebro que subyace a esta actividad se localizó en la corteza prefrontal izquierda. Esto sugiere que la conversión religiosa en PIP está relacionada con los mecanismos de control en los procesos relacionados con el lóbulo prefrontal en lugar de los procesos relacionados con el lóbulo temporal medial.
Para los lectores habituales no es nuevo sugerir que las experiencias religiosas o ‘sobrenaturales’ tienen bases neurológicas — sabemos que las experiencias extracorporales ocurren en el cerebro, y que usando energía magnética se puede reducir la creencia religiosa.
Recordemos que es aconsejable ser escépticos con los estudios con un sólo sujeto de investigación, por lo que se necesitan más estudios para poder afirmar con razonable certeza qué ocurre exactamente en estos casos. No obstante, valga señalar que este caso encaja con lo que ha encontrado la neuroteología, la disciplina encargada de buscar a dios en el cerebro.
Y resulta interesante que esta vez la creencia en dios está relacionada con la epilepsia y la psicosis. Algunas personas piensan que la creencia religiosa es una enfermedad; a mí no me parece prudente hacer esa generalización, aunque tampoco es descabellado afirmar que en algunos casos la creencia religiosa es producto de trastornos mentales. Para la muestra, un botón.
(vía Neuroskeptic | imagen: Javier Livas Cantu)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio