El lunes, El Tiempo publicó la historia de dos mellizas u’wa recién nacidas que se salvaron de morir abandonadas en el monte por sus padres — las autoridades de salud salvaron a las dos niñas de una muerte garantizada por las creencias irracionales de sus progenitores:
Para los indígenas u’wa, ubicados en la frontera de Boyacá con Arauca, dejar abandonados en un monte o junto a un hormiguero a unos gemelos recién nacidos no es un delito o un pecado. Para ellos, cuando nacen unos mellizos, simplemente es una equivocación de la naturaleza que hay que devolvérsela.
[…]
Ellos tienen la creencia de que cuando hay un parto gemelar es un error de la naturaleza y que uno de los recién nacidos puede ser hijo de un mal espíritu y por ende lo mejor es devolver los dos a la tierra. Para los u’wa esto no es un delito, es darle a la madre naturaleza la oportunidad de que corrija una equivocación.
[…]
“Lo único que el indígena nos dijo era que no podíamos devolvernos por el camino que llegamos sino que teníamos que dar una vuelta porque de lo contrario íbamos a contaminar el territorio”, contó el personero.
Otro caso donde un poco de ciencia —una explicación sobre gemelos homocigóticos y heterocigóticos— puede desterrar la superstición y salvar vidas.
Permitir que los indígenas u’wa conserven sus creencias irracionales sobre gemelos y mellizos no es respetar sus creencias (tendencia absurda donde las haya), sino perpetuar el asesinato de niños inocentes cuyo único error fue nacer en una tribu ignorante, en un país donde la vida humana vale menos que las costumbres.
Por otra parte, es indignante que los funcionarios del Estado se hayan sometido a los caprichos supersticiosos y hayan dado una vuelta en vez de volver por donde vinieron — más aún cuando llevaban dos recién nacidas que no habían recibido alimentación ni abrigo en las 20 horas posteriores al parto.
Afortunadamente las niñas ya se encuentran bien; no tan afortunadamente, están en manos del ICBF.
(imagen: Nate Davis)
____
Publicado en De Avanzada por David Osorio