A las pocas horas de que Colombia aprobara el matrimonio gay, el papa Frank salió a decir que los LGBT merecían un trato legal y social desigual, pero que había que respetarlos (?).
Afortunadamente en Colombia contamos con Angélica Lozano como representante a la Cámara, quien puso los puntos sobre las íes en el asunto:
Lozano, abiertamente homosexual y defensora de los derechos de esta minoría señaló que respeta las posturas de la iglesia católica pero que en Colombia el estado se rige por la constitución y no por la biblia.
“El papa puede decir lo que a bien tenga, respetamos profundamente a la iglesia católica y a todas las iglesias, pero esta es una discusión de derechos civiles, no de salmos, en ese sentido ellos pueden dar todo el debate que quieran pero en Colombia nos rige la constitución del 91”, añadió.
La defensa del laicismo por parte de Lozano no es nueva, pero en este país absorto en privilegio religioso siempre resulta refrescante. Lo que sí me causó sorpresa fue que la senadora Claudia López también se pronunciara en ese sentido:
Todo el respeto por los dogmas y tradiciones religiosas. Pluralidad e igualdad ante la Ley y Estado laico es garantía y victoria para todos!
— Claudia López (@CLOPEZanalista) 8 de abril de 2016
Aunque habría preferido que dejaran el tono conciliador (y su admisión de respeto por instituciones abiertamente homofóbicas, machistas y mafiosas) para adversarios que sí se lo merezcan —y creencias que no sean demostrablemente falsas—, creo que estas declaraciones son manifestaciones en la dirección correcta.
Hace unos años ni se me habría pasado por la cabeza que dos congresistas de la República defendieran públicamente que Colombia es un Estado laico.
Kudos para Lozano y López — ojalá esta disposición para defender el laicismo se mantenga firme cuando se trate de otros temas que no necesariamente afecten de manera directa a la población LGBTI.
(imagen: Facebook)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio