En Colombia, la celebración de la semana ‘santa’ católica incluye un rito para el Domingo de Ramos. Tradicionalmente, esos ramos se hacen con las hojas de la palma de cera, lo que presenta un problema porque la palma de cera es una especie vulnerable (o sea, está a un paso de ser una especie en vías de extinción). Además, la palma de cera es el hábitat de los loros orejiamarillos, especie que vive y hace sus nidos allí. Y el loro orejiamarillo está en vías de extinción.
Por esta razón, Bogotá Atea y la Asociación de Ateos de Bogotá aunaron esfuerzos y el fin de semana salieron a crear conciencia sobre este tema — entre ambas repartieron 1.000 volantes en la plaza del barrio 20 de Julio:
Que conste que nadie le está diciendo a los creyentes que no pueden festejar su día; es sólo que pueden usar otras palmas como la Iraca, la Areca y la Alejandra — por si fuera poco, el uso de la palma de cera está prohibido por la ley 61 de 1985, pero la disposición de las autoridades para aplicar la ley es similar a la que tienen para respetar el laicismo.
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Publicado en De Avanzada por David Osorio