Uno de los pocos columnistas colombianos que siempre leo con interés es Carlos Palacio ‘Pala’, un incansable compañero en la lucha contra la superstición y la barbarie del pensamiento mágico (de hecho, lo entrevisté en este espacio).
Pues así como sucede con muchos divulgadores y escépticos en Internet, Pala también se ha ganado haters por decir cosas que a ellos no les gustan — el ataque personal es el recurso de quien se queda sin argumentos (o que nunca los tuvo). Y uno de esos haters consiguió el correo personal de Pala y le envió todo un rosario de amor cristiano:
Y usted de donde salió ateo de pacotilla?
Todos son iguales, blasfemando como si eso fuera un deporte, diciendo cosas de Dios sin saber las consecuencias, pero la verdad es que van a morir quemados en lnas llamas del Infierno gritando de dolor.
Jaj, ja, ja. Piense por un momento usted herido en llagas mientras nosotros los creyentes gozamos de la bienaventuranza divina.
No quieren aceptar a Dios???? entonces sufran el castigo que ni se imaginan.
Deberían morirse todos y desaparecer para que la tierra se quede limpia de basura y recuperemos el paraíso de asesinos, violadores y secuestradores.
No le digo sino esto, cuando ustedes los ateos estén ardiendo en las llamas eternoas nosotros estaremos haciendo una fiesta de gozo y ustedes no nos escucharán porque estarán muriendo entre gritos.
Te deseo la muerte perro.
¡¡Ohh, mira cómo tiemblo ante la amenaza del Infierno!! Suena un poquito menos grave que Azkabán, y ni siquiera creo en la magia aún cuando me amenacen con dementores. ¿Por qué me iba a asustar un dios que se muere con un poquito de lógica, o una cruz y un par de clavos?
Noten el elemento de escatología cristiana, donde el remitente admite que gozará con el sufrimiento ajeno. Si eso no nos convence de la existencia de un dios amoroso y al que hay que rendirle pleitesía, nada lo hará.
No es de extrañar que Pala diga que a este creyente le ganó el debate por goleada absoluta. Y es que cuando los otros se empeñan en hacerse autogoles ad náuseam, a veces sólo basta con cruzarse de brazos y reír.
(vía Pequeño Hereje | imagen: Pala)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio
