En varias ocasiones he alabado la labor de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) ya que esta parece ser la única entidad estatal que combate a los charlatanes y traficantes de miedo. Y si criticamos a los charlatanes, es justo destacar cuando alguien le pone tatequieto a los estafadores.
Y la SIC lo ha vuelto a hacer — esta semana hubo dos sanciones por publicidad engañosa a productos ‘milagro’.
Primero sancionaron a Jorge Hané Laboratories Colombia por su potingue Redu Fat Fast — multa de 709 millones de pesos:
De acuerdo con la Superintendencia, dicho producto no cuenta con los estudios médicos y científicos de rigor que permitan demostrar que, como lo venía anunciando, es efectivo para “eliminar la grasa, reducir peso o disminuir medidas corporales”.
De igual forma, la medida incluye la suspensión de las piezas de publicidad respectivas y, en su lugar, le ordena al fabricante difundir mensajes correctivos en los que de manera “notoria, legible y visible se especifique que el producto es un suplemento dietario y no sirve para perder peso”.
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Mónica Ramírez, superintendente delegada para la Protección del Consumidor, dice que esta decisión en segunda instancia corresponde a la ratificación de una investigación que la SIC comenzó el año pasado en cumplimiento de su función, como lo es proteger a los consumidores, especialmente a los de menores ingresos, quienes pueden ver afectadas sus decisiones de consumo cuando los anunciantes emplean mensajes engañosos en su publicidad.
El dueño de la empresa, Jorge Hané, culpó a los laboratorios farmacéuticos.
La cuestión es que si Redu Fat Fast contara con estudios revisados por pares y publicados en revistas indexadas de amplia trayectoria y alto factor de impacto, donde avalaran sus propiedades mágicas, habría sido suficiente con presentarlos.
Como no los tiene, Hané prefirió decir que laboratorios a los que no les falta dinero, ven en su pequeña operación engañaincautos algún tipo de amenaza. Al menos es optimista el señor Hané, eso no se lo niego.
El segundo caso es el de Natural Vitamins, que fue sancionada por decir que su té chino ayuda a peder peso:
NATURAL VITAMINS de manera engañosa atribuía efectos a su producto “TÉ CHINO EL ORIGINAL” sin contar con los soportes y estudios científicos y técnicos que le permitieran indicar que el producto ayuda a reducir el colesterol, a prevenir el cáncer, a mejorar el hígado graso, a reducir la dependencia a la insulina y a disminuir los niveles de los triglicéridos y glicemia.
Esta medida de la Superindustria se adopta para proteger a los consumidores colombianos, fundamentalmente a los de más bajos ingresos, y evitar que se sigan ofreciendo en el mercado productos “milagro” que se valen de engaños para atraer de manera masiva a los consumidores valiéndose incluso de personas famosas para promocionar sus productos.
No se puede hacer suficiente énfasis en la protección de los consumidores y en especial los de bajos ingresos. Para muchas personas, comprar un brebaje de estos significa un costo de oportunidad para acceder a verdaderos tratamientos.
(imagen: Facebook SIC)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio
