En 2015, el grupo provida Center for Medical Progress (CMP) grabó subrepticiamente una entrevista en las instalaciones de Planned Parenthood, donde la directora ejecutiva de la sede, Deborah Nucatola, explicó el proceso para la preservación de órganos y donación de tejidos de fetos abortados para investigación científica. En su explicación, la inocente Nucatola mencionó que Planned Parenthood cobra a las instalaciones científicas por los costos de envío del tejido.
Pues los muy ‘honestos’ miembros del CMP editaron la entrevista para que pareciera que Planned Parenthood vendía el tejido de los fetos abortados y la publicaron en YouTube, causando una tormenta mediática tan grande que hubo peticiones para que el gobierno federal de los EEUU dejara de financiar a la organización de salud sexual y reproductiva.
Las cosas escalaron hasta llegar a juicio y un gran jurado acaba de acusar al CMP:
David Daleiden y Sandra Merritt fueron acusados por el gran jurado por manipulación de un registro gubernamental, dijeron los fiscales del condado en el que se encuentra Houston. El cargo de delito grave se castiga con hasta 20 años de prisión.
Los dos participaron en videos encubiertos del año pasado en los que un funcionario de Planned Parenthood discutía la obtención de tejido fetal.
Daleiden, líder del Center for Medical Progress que dio a conocer los videos, también fue acusado de violar una prohibición de la compra y venta de órganos humanos, un delito menor, dijo el fiscal de distrito del condado de Harris.
Ohh, schadenfreude!
A mí lo que me parece más asombroso es que esta gente se rasga las vestiduras por el quinto mandamiento de la vida, pero les trae bastante sin cuidado el octavo mandamiento. Como no me canso de decir: los creyentes son expertos encontrándole vacíos legales a la palabra de su dios.
Afortunadamente, la justicia terrena (o sea, la única justicia) es mucho menos imperfecta.
(vía Friendly Atheist | imagen: Neon Tommy)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio
