Cómo esto es Colombia, no podíamos empezar el año sin una violación al laicismo desde el 1º de enero:
Durante la ceremonia de posesión del mandatario de los atlanticenses, el pasado viernes, monseñor Jairo Jaramillo, arzobispo de Barranquilla, les dio un ultimátum al nuevo gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa, y a la ministra de Transporte, Natalia Abello. Les pidió que en un año terminaran la ampliación de la Vía al Mar, que comunica a Barranquilla con Cartagena. Es decir, la obra debe estar lista cuando el papa Francisco visite el Atlántico, durante el primer semestre de 2017. El sacerdote instó a Verano a ser un buen anfitrión.
¿Por qué carajos se permite la participación del señor Jaramillo en su calidad de líder religioso durante una ceremonia de posesión en un país laico?
