Tener hijos ateos parece ser una gran preocupación para muchos padres creyentes que muchas veces no saben reaccionar ante la noticia y terminan afectando su relación —a veces de manera irreparable—.
Así que aprovecho que el Religion News Service toca el tema para ofrecer unos consejos prácticos de cómo recibir el ateísmo de tus hijos:
Si tus hijos te dicen que son ateos, tómate el tiempo para preguntarles sobre sus creencias. Y luego escucha. En lugar de escuchar que odian a Dios o no tienen valores, espero que quedarás impresionado de lo reflexivos y considerados que son.
No creer en Dios no significa que tu hijo es inmoral; significa que ayuda a los demás simplemente porque se preocupa por ellos como seres humanos. No creer en el más allá no hace que la vida no tenga sentido para tu hija; la hace considerar que esta vida es aún más importante y que la aprecie más.
De paso, aprovecho para hacer un repaso de decencia humana básica —que muchos padres pierden de vista cuando se involucra su superstición—: no condiciones los permisos o tu ayuda a la asistencia a misa o a la bendición de la mesa o cosas similares, eso es chantaje; tampoco condiciones tu cariño a que regresen a la religión.
Si no pudiste respetar su libertad de cultos cuando eran pequeños y los bautizaste y/o inculcaste la creencia en uno o más dioses antes de que tuvieran los suficientes elementos de juicio para decidir si iban a creer en eso o no, aprovecha la oportunidad para resarcirte y empezar a respetar su libertad de cultos ahora.
