Ya hemos visto que el consejo dietético convencional es cuestionable y que detrás de la promoción de dietas veg parece haber más ideología que conocimiento sobre qué constituye una dieta saludable.
Ahora, un estudio publicado en Environment Systems and Decisions encontró que esas dietas tienen un mayor impacto negativo sobre el medio ambiente:
Los tres escenarios dietéticos que examinamos incluyen (1) la reducción de los niveles de consumo de calorías para lograr el peso “normal” sin cambiar la mezcla de alimentos, (2) cambiar la mezcla alimentaria actual a los patrones alimenticios recomendados por la USDA, sin reducir la ingesta calórica, y (3) reducir los niveles de ingesta calórica y cambiar la mezcla alimentaria actual a los patrones alimenticios recomendados por la USDA, que apoyan un peso saludable. Este estudio concluye que cambiar de la dieta actual de Estados Unidos al Escenario de la dieta 1 disminuye el consumo de energía, la huella de agua azul, y las emisiones de gases de efecto invernadero en alrededor de 9%, mientras que cambiar al Escenario en la dieta 2 aumenta el consumo de energía en un 43%, la huella de agua azul en un 16%, y las emisiones de gases de efecto invernadero en un 11%. Pasar a la dieta del Escenario 3, que representa tanto reducción de la ingesta calórica y un cambio a la mezcla de alimentos recomendada por la USDA, aumenta el consumo de energía en un 38%, de la huella de agua azul en un 10%, y las emisiones de gases de efecto invernadero en un 6%. Estos resultados quizá contraintuitivos se deben principalmente a las recomendaciones de la USDA para una mayor ingesta calórica de frutas, verduras, productos lácteos y pescado / marisco, que tienen relativamente alto uso de recursos y emisiones por caloría.
Como de costumbre, cabe recordar que no hay una dieta moralmente superior a otra — pero quienes consideran que deben basar sus hábitos alimenticios en algún precepto ético, tal vez encuentren útiles estos datos.
Y es que no tiene sentido tomar decisiones éticas basadas en ideologías o pensamiento mágico, mucho menos cuando la ciencia nos está proporcionando datos tangibles y evidencia al respecto.
(vía Alexis Rebolledo)