La ONG Asociación Ambiente y Sociedad anunció que demandaría a Colombia por usar fracking para la extracción de gas y petróleo:
[La abogada Milena Bernal] Sostuvo que uno de los argumentos que tienen para llevar a cabo una posible demanda contra el gobierno colombiano sobre el uso de esta herramienta es que no se ha comprobado si existe o no algún daño al medio ambiente.
“No sabemos si el fracking es seguro, es una técnica compleja. No hay suficiente información y sabemos que lo utilizan la mayoría de países latinoamericanos“, señaló.
Otro argumento que tiene la ONG para estar en contra, es que la utilización de la técnica no es coherente con el acuerdo firmado en París.
Plop!
No sé qué argumento es peor, si la mentira sobre la seguridad del fracking —sabemos que el fracking es seguro—, la tergiversación del principio de precaución —este principio sólo aplica cuando hay indicios o evidencia para sospechar algún daño y, como ya vimos, el fracking es seguro, así que no hay motivos para invocar el principio de precaución—, o el acuerdo firmado en París.
El acuerdo de París es significativo e implicará cambios, pero siguiendo la lógica (digámosle así) de Bernal y la ONG, entonces también se demandarían todas las operaciones de extracción tradicional de petróleo pues, al fin y al cabo, esa técnica tampoco sería coherente con el acuerdo firmado.
La implementación de los acuerdos es algo que le corresponde hacer a cada país siguiendo el trámite democrático para ello, pero forzarlos a hacerlo de una manera específica que abusa del aparato de justicia para que su visión irracional se imponga en la política pública no es la manera de hacer las cosas.
