Un nuevo estudio examinó 26 productos de la llamada ‘Medicina’ Tradicional China (MTC) y realizaron tres tipos de análisis: detección de metales pesados, análisis toxicológico y secuenciación de ADN. Los resultados arrojaron que el 92% de los productos analizados tenía al menos un tipo de contaminante:
El análisis genético reveló que el 50% de las muestras contenían ADN de grupos taxonómicos de plantas o animales no declarados, incluyendo una especie en peligro de Panthera (leopartdo de nieve). En el 50% de las MTC, se detectó un agente farmacéutico no declarado incluyendo warfarina, dexametasona, diclofenaco, ciproheptadina y paracetamol. La espectrometría de masas reveló metales pesados como arsénico, plomo y cadmio, uno con un nivel de arsénico >10 veces el límite aceptable.
Los problemas con esta pseudociencia en particular son varios, empezando por el hecho de ser una estafa creada en la segunda mitad del siglo XX, que preda del pensamiento mágico y la ignorancia de la ciudadanía, haciendo promesas sobre salud que no puede cumplir (y que por tanto no deberían hacer).
Toman el dinero de gente en situación de necesidad, vendiéndoles falsa esperanza y les roban tiempo y recursos preciados que podrían utilizarse en verdaderos tratamientos.
Ahora, como para completar la jugada, resulta que no sólo ofrecen productos que no mejoran su salud sino que, además, tienen contaminantes con niveles muy por encima de la ingesta recomendada, como en el caso del arsénico. Y como guinda del pastel, para hacer sus pociones matan animales que están en peligro de extinción.
No sé cómo una persona medianamente preocupada por su salud, remotamente enterada de cómo funciona la medicina en general, o con un ligero interés por el medio ambiente podría comprar productos de ‘Medicina’ Tradicional China — a los únicos que ayudan es a los charlatanes que los fabrican.
(vía Andrés Cuervo y NeuroLogica)