Cada vez que reporto sobre Raif Badawi queda una sensación de zozobra, y creo que hoy no será diferente.
En esta ocasión, Raif fue cambiado de prisión —sin ninguna explicación, ni nada, con esa inseguridad jurídica tan propia del sistema de administración de justicia saudí—, por lo que el librepensador empezó una huelga de hambre:
Raif Badawi ha comenzado hoy una huelga de hambre ya que la administración penitenciaria saudí lo ha trasladado a una nueva prisión aislada.
La administración penitenciaria ha transferido Raif a la tristemente célebre ‘Shabat Central’, situada en una zona desierta y aislada – casi a 87 km de la ciudad de Jeddah.
Esta prisión está diseñada para los presos cuyas sentencias han sido confirmadas con una adjudicación final. El gobierno saudí ha declarado en repetidas ocasiones que el caso de Raif se encuentra bajo revisión y aún no se ha decidido por la Corte Suprema.
[…]
Como resultado de esta decisión, Raif inició el martes una huelga de hambre y hacemos responsable a la administración penitenciaria de cualquier daño que pueda sufrir Raif.
Aprovechamos esta oportunidad para pedir a su Majestad el Rey Salman que cumpla sus promesas y perdone mi marido, y ponga fin al calvario de su familia y lo reuna con su esposa e hijos.
Ser condenado a 10 años de cárcel y 1000 azotes por pensar que las mujeres son humanas y que no deben existir los delitos de pensamiento. Es inaudito que esto siga ocurriendo en pleno 2015… pero es el mundo que nos tocó.
No hay mucho que podamos hacer, aunque parece que la atención internacional que ha suscitado el caso ha servido para que suspendan los azotes contra Raif.