La “iglesia del marciano idiota” (crédito a Charlie Sheen) acaba de perder su exención tributaria en Holanda:
Un tribunal de la Haya revocó el estatus de la Cienciología como una “institución pública de bienestar” esta semana – y la exención de impuestos que va con él.
Janine Pieters, reportando en el NL Times, dijo que el tribunal ha dictaminado que las ventas de cursos de Cienciología y las sesiones de terapia se orientan a fines de lucro y que por tanto, no pertenecen a la lista de caridad de las autoridades fiscales.
Que en Colombia las supersticiones tengan exenciones tributarias, vaya y venga, pero no me explico cómo es que los países del primer mundo todavía les dan un tratamiento tan privilegiado. Bueno, una menos — quedan 3.847.
Las exenciones tributarias deberían ser para organizaciones que contribuyan a la sociedad, como los laboratorios, las universidades, los museos, los parques, los teatros y los hospitales — promover el pensamiento mágico, el colectivismo, el miedo y una sensación de falsa superioridad moral entre los ciudadanos es lo último que podría considerarse como contribución a nada.
Con tanta evidencia de que la religión lo envenena todo, es increíble que todavía consigan exenciones tributarias casi de manera global.
(vía The Freethinker | imagen: Wikipedia)