La mejor evidencia disponible deja claro que las vacunas no causan autismo, pero como los antivacunas son alérgicos a la realidad, tenían que ir y pagar un estudio que repitiera lo que ya sabemos — y, por obvias razones, no están felices con los resultados.
El grupo antivacunas, SafeMinds, ayudó a financiar un estudio de seis años que buscaba indagar en los efectos que las vacunas tienen en el desarrollo neurológico y el comportamiento social de macacos rhesus bebés.
El estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, involucró a 79 monos bebés divididos en seis grupos. A dos grupos les dieron vacunas con timerosal (que los magufos afirman que causa autismo), a otros dos les dieron la vacuna triple vírica (que también ha sido acusada falsamente de causar autismo) y a los últimos dos grupos les inyectaron una solución salina como control.
Luego los científicos estudiaron el comportamiento de los macacos mientras interactuaban en situaciones sociales, para ver si hallaban comportamientos similares al autismo, pero no encontraron nada. Le hicieron eutanasia a los monos, y las autopsias de los cerebros de los animales tampoco encontraron diferencias entre los grupos — se ha encontrado que las personas con autismo tienen células del hipocampo más pequeñas y un menor número de células en la amígdala, por lo que si el timerosal o la triple vírica causaran autismo, habría habido diferencias entre los cerebros de los monos.
Lo mejor de todo es que los científicos fueron honestos y no dejaron que la financiación tiñera los resultados. Esta joya entre las conclusiones del estudio es digna de enmarcar: “Nuestros datos no apoyan que las vacunas que contienen timerosal jueguen un papel en la neuropatología de trastorno del espectro autista“.
Por supuesto, SafeMinds no quedó feliz con los resultados y publicaron una declaración defendiendo sus prejuicios frente a la ciencia bien hecha. Ojalá dejen de matar animales buscando confirmar sus prejuicios infundados. (Por cierto, ¿por qué no hemos oído de los animalistas en este caso?)
Por más que los magufos lloren, lo cierto es que las vacunas funcionan y son seguras.
(vía Juan Fernández y Andrés Cuervo | imagen: Wikipedia)