El domingo, tres panelistas del jurado de Ecuador tiene talento criticaron a una concursante, no por su desempeño, sino porque no cree en ningún dios:
La participante, Carolina Peña, de 16 años, no necesita amigos imaginarios para ser buena artista y desarrollar su talento, algo que el cuarto miembro del jurado, Fernando Villarroel, sí tuvo claro.
Por el contrario, María Fernanda Ríos, Paola Farías y Wendy Vera, las presentadoras que la juzgaron por no tener sus mismos vacíos emocionales no hicieron sino soltarle chorradas, travistiendo su trabajo de jurados en un púlpito desde el que le dicen a los demás lo que pueden pensar — jode particularmente que una de ellas haya adoptado el tonito de superioridad moral y condescendencia diciéndole a Carolina que estaba equivocada sólo por tener 16 años. (Por cierto, ¿cuántos años tiene la que cree que dice “autodidáctica” en televisión nacional?)
Si alguien no cree en dios, su decisión es tan respetable como si dijera que cree en Yaveh o Alá. ¿A qué clase de presentador se le ocurriría sermonear a un concursante que respondiera que es budista o hindú?
Tal vez Ecuavisa —la cadena que emite el programa— haría bien en instruir sobre el respeto y trato igualitario a los concursantes, al fin y al cabo ellos no tienen la culpa de que las tres señoras del jurado carezcan de autoestima y necesiten justificar su éxito recurriendo a la explicación más ridícula e implausible de todas.
La Asociación Ateísta Ecuatoriana pidió una copia del programa sin editar para evaluar posibles acciones legales y el movimiento ateo hispanohablante respondió de manera unánime condenando la actitud ateofóbica de las jurados — para la muestra sugiero la reflexión de Martín y la serie de memes con la que respondieron algunos ateos de Puerto Rico.
Después del rechazo generalizado, Paola Farías se puso a lloriquear en Instagram diciendo que ella no juzgó a nadie; creo que su dios necesita hacerle llegar un diccionario…
(imagen: Ecuador tiene talento)
