Su nombre era Nildari Chaterjee Niloy:
El viernes, un grupo de hombres cortó la garganta de Niladri Chaterjee, activista cuyas publicaciones en redes sociales eran a menudo críticas con el islam, en el cuarto ataque mortal de este año contra bloggers seculares, dijo la policía.
Inicialmente, los asaltantes se hicieron pasar por inquilinos potenciales pidiendo ver la propiedad donde vivía el señor Chaterjee, dijo el Comisionado de Policía Adjunto Mohammad Anwar Hossain, quien visitó la escena del crimen. Cuando se les negó la entrada, ellos se abrieron paso, encerraron al Sr. Chaterjee en una habitación y cortaron su cabeza y cuello, dijo el comisionado Hossain.
Antes que Chaterjee, víctimas del islam fueron Avijit Roy, Washiqur Rahman y Ananta Bijoy Das.
Para la policía, la solución es sencilla: que los librepensadores se callen y dejen de herir los sentimientos religiosos.
Censura o muerte. Pues vaya infierno que debe ser Bangladesh. Y no faltarán los apologistas del terrorismo que dirán que estos cuatro asesinatos no tienen nada que ver con el islam.