La Casa Blanca tiene una página de peticiones para que los ciudadanos le propongan cosas al Gobierno —ya habímos visto esto cuando el gobierno de EEUU se negó a construir la Estrella de la Muerte, después de que esa petición consiguió un numero considerable de firmas—.
Ahora, ha llegado una petición que exige que etiqueten todos los organismos seleccionados artificialmente:
Tenemos derecho a saber cómo se producen los alimentos que comemos y con los que alimentamos a nuestras familias, pero según la normativa vigente de la FDA, no tenemos esa capacidad cuando se trata de organismos seleccionados artificialmente (ASO).
La composición genética de las plantas o animales ASO ha sido alterada para exhibir rasgos que no son naturalmente suyos. La selección artificial (o cría selectiva) implica la selección de rasgos que son beneficiosos para el ser humano, no lo que ayuda al organismo a sobrevivir en la naturaleza. Sin la selección artificial, los rasgos de supervivencia serían seleccionados de forma natural ¡y ni siquiera necesitaríamos usar pesticidas! En otras palabras, estos son organismos creados por la transferencia y la introducción de material genético que no podría ocurrir mediante la selección natural.
El 80% de los estadounidenses apoya las etiquetas obligatorias en los alimentos que contienen ADN.
Quien creó la petición es un troll master genio, pues esta es la reducción al absurdo del argumento antitransgénico que asume que insertar un gen de un organismo en otro organismo diferente es algo malo, o ‘antinatural’ (lo que quiera que eso sea).
Por ejemplo, las zanahorias no eran originalmente naranjas, sino que esto se debió a un capricho patriotero neerlandés. Eso fue selección artificial.
También gracias a la selección artificial es que hoy contamos con maíz (en vez de teosinte), bananos sin semillas y fresas dulces.
Si vamos a etiquetar los alimentos producto de la modificación genética, prácticamente todos los alimentos tendrían que ser etiquetados. No hay una razón válida para etiquetar los transgénicos, pero si lo van a hacer, el argumento se extiende a los demás alimentos — y, de hecho, etiquetarlos sería perjudicial para el medio ambiente y las personas.
Creer que los transgénicos son distintos a los alimentos seleccionados artificialmente es un problema de referente y su absurdo queda puesto de manifiesto en la petición.
A mis (tres) lectores en EEUU los invito a firmar.
(vía NeuroLogica)