Charlie ya no es Charlie.
El fin de semana supimos que Charlie Hebdo dejará de publicar caricaturas de Mahoma:
El editor de la revista satírica francesa ‘Charlie Hebdo‘, Laurent Sourisseau, ha asegurado que no volverá a publicar viñetas satíricas de Mahoma, argumentando que ‘Charlie‘ ya ha cumplido el objetivo de defender su derecho a la caricatura. Así lo ha hecho saber Sourisseau en una entrevista a la revista alemana ‘Stern‘ donde ha rememorado la matanza del pasado 7 de enero en las oficinas de la revista en París, donde dos hermanos acabaron con la vida de 12 empleados.
“Dibujamos a Mahoma para defender el principio de que uno puede dibujar lo que quiera. Es extraño: se espera que ejerzamos una libertad de expresión que nadie se atreve a ejercer“, ha declarado Sourisseau, también conocido como Riss.
¿Dónde está lo extraño? Ese era el punto de Charlie Hebdo: que defendía la libertad de expresión mientras los otros medios cedían cobardemente a la amenaza terrorista islámica.
La libertad de expresión está bajo ataque constante por quienes creen que deben imponer su código moral o religioso. No basta con defenderla una cantidad limitada de veces.
Esta es una victoria para los totalitarios, terroristas y racistas (los verdaderos racistas, que dicen que el islam es una raza [?] y que criticar una religión es un ataque a un grupo de personas por su color de piel [??] o país de origen [???]).
Descansa en paz, Charlie Hebdo — harás falta.