A pesar de que Noruega tiene una de las poblaciones más ateas del mundo, por algún extraño y ridículo motivo han decidido usar dinero de los contribuyentes para pagarle a las iglesias por cada miembro que tengan (!). Todo un desperdicio.
Y, sorpresa, sorpresa, allá la Iglesia Católica lleva una doble contabilidad:
La Iglesia Católica está apelando un reclamo de funcionarios del gobierno en Oslo, Noruega, para que la iglesia pague $ 5,1 millones en compensación por participar en prácticas fraudulentas.
La diócesis de Oslo, su obispo y su director financiero son acusados de registrar de manera fraudulenta a miles de personas en sus listas de miembros como para recibir mayores subsidios del gobierno.
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La diócesis [de Oslo] registró unos 65.500 nuevos miembros entre 2010 y 2014 y más de 56.500 personas de ese total fueron registradas con métodos controvertidos, según funcionarios del gobierno de Olso. La diócesis recibió más de $ 6 millones [de dólares americanos] en subsidios nacionales durante ese tiempo.
¿Será que esto le enseñará a Noruega a usar el dinero de los contribuyentes en cosas útiles? (Una sugerencia: en leyes de separación de iglesias y Estado.)
¿O simplemente seguirán alimentando la pirámide de creencias religiosas que, tarde o temprano, produce fanáticos intolerantes y terroristas religiosos a lo Anders Behring Breivik?
En cualquier caso, siempre es sorprendente cómo los religiosos se preocupan tanto por imponerle sus creencias a los demás cuando ni siquiera son capaces de seguir el más básico de sus mandamientos.
(vía Friendly Atheist | imagen: Pixabay)