En mayo de 2015, Amos Yee Pang Sang —un librepensador singapurense de 16 años— fue condenado por tener una opinión impopular.
Ahora, la Corte decidió que Yee sea sometido a una evaluación psicológica para determinar si su sentencia de prisión puede ser cambiada a la de “entrenamiento reformatorio”:
En Singapur, los delincuentes menores de 21 años pueden ser condenados a entrenamiento reformatorio, en el que se alojan por separado de los reclusos adultos y se les da “un ambiente estructurado de disciplina”, según la oficina del fiscal de Singapur.
No es la cárcel, pero es “similar a la detención y por lo general se aplica a los menores delincuentes implicados en delitos graves”, según la agencia de derechos humanos de Naciones Unidas.
Una sentencia de entrenamiento reformatorio dura por lo menos 18 meses — lo triste es que se lo apliquen a un ciudadano cuerdo.
(imagen: Anyhow Hantam)