La República tiene una entrevista que Salud Hernández Mora le hizo a Luis Augusto Castro, presidente de la Conferencia Episcopal en Colombia. Supongo que monseñor hizo un esfuerzo sobrehumano por sonar civilizado:
Puesto que la Iglesia respalda el proceso de paz, ¿es buen católico el que lo apoya y malo quién está en contra?
Hay que distinguir varias cosas; yo creo que no hay un católico en Colombia que no quiera la paz. Para lograrla hay varios caminos y está en la libertad de cada uno escoger. Hay uno de la mesa del diálogo, hay otro más fuerte. La Iglesia no es que tome partido por un camino o por otro, apoyamos el proceso porque es lo que hay en este momento. No se puede definir en términos católicos, en la sociedad civil cada uno puede tener su opinión.
¡Castro se volvió cuerdo! Un cura diciendo que en la sociedad civil cada quién puede tener su opinión suena “peligrosamente laico” para cualquier estándar católico. Al menos suena más que verosímil que los que nos tachan de enemigos de la ‘paz’, cuando realmente muchos somos más bien de la opinión de que el fin no justifica los medios.
Esta fue la única buena respuesta de Castro. El resto de la entrevista fue atroz:
¿No usa el Presidente al Papa políticamente?
Yo lo hablé con el Presidente Santos, el Papa viene (a Colombia) a identificarse con el anhelo de la paz, no a darle la bendición a este u otro proceso. Hay un anhelo de paz que nos identifica y nos pidieron que apoyemos este proceso específicamente en todo lo que tiene que ver con las víctimas. Yo les dije que sí, cómo les voy a decir que no. Le damos una mano al proceso, uno se pregunta qué alternativa hay y la alternativa es que se acabe.
A monseñor Castro se le olvidó aquello de no mentir (pecado mortal y tales). Sí, a la Iglesia le pidieron que apoyara el proceso y esta aceptó pero con la condición de que la bancada del Gobierno hundiera el proyecto de matrimonio igualitario.
Recordemos que la Iglesia está bastante dispuesta a dejar sin atención en salud a medio país sólo porque las políticas públicas no se ciñen a sus dogmas. Si a ustedes les molestó tanto como a mí el cinismo de “cómo les voy a decir que no” (que lo habría hecho si el presidente Santos tuviera pantalones), esperen… que todavía hay más:
Defraudar a Hacienda, no pagar impuestos ¿es un pecado grave?
Es una falta grave, es una lástima que se haga eso porque es quitar la posibilidad de poder trabajar más por el bien común, todo el mundo tiene que pagar y reconocer lo que tiene, en aras de ir reduciendo la inequidad.
Es muy cómodo acusar de “falta grave” a los evasores de impuestos cuando en Colombia las iglesias son paraísos fiscales y, cada vez las eximen de más impuestos.
Sigue el cinismo de Castro:
¿Viene fijo el Papa a Colombia en el 2017?
Voy a luchar para que sea el año entrante. Hice la propuesta de llevar el Papa a Tunja y la aceptaron. Allí es donde empezó el gran brote de la problemática campesina. La idea es reunir todo el campesinado de Boyacá, Casanare, Meta y en Chiquinquirá no hay dónde. La idea no es que venga a visitar a Colombia, sino que el mayor número de personas posibles lo pueda escuchar. Ojalá en Bogotá haya un sitio para que quepan más de seis millones, en Filipinas fueron seis y lo queremos superar.
Si la idea no es que visite Colombia sino llegarle a más personas, ¡que abra una cuenta en YouTube! ¿Por qué tenemos que patrocinar su prédica con nuestros impuestos?
(vía Diego Otálora | imagen: Wikipedia)
