Desde 2010, en Colombia ha hecho carrera el medio propagandístico ‘Periodismo’ sin Fronteras, fundado por un tal Ricardo Puentes.
En el espacio se aboga por una versión de la extrema derecha que haría quedar a Mussolini como un comunista, y defiende causas tan falsas como el creacionismo y tan moralmente despreciables como el uribismo — sobra decir que su relación con la verdad se asemeja a la de Miley Cyrus con el recato y que la honestidad intelectual del sitio brilla por su ausencia. En la mente de Puentes (y por tanto, en su portal), la inocencia o culpabilidad de las personas depende de sus convicciones ideológicas y no de sus conductas.
En el mismo año en que fundó el portal, Puentes fue denunciado por, presuntamente, difamar a la fiscal Ángela María Buitrago; el proceso duró dormido cuatro años, pero hace unas semanas volvió a ponerse en marcha, por lo que Puentes fue embargado:
Ricardo Puentes ha insistido en que “existió un montaje para condenar a Alfonso Plazas Vega y que detrás de este estuvo Ángela María Buitrago”. Sin embargo, las investigaciones de Ángela María Buitrago han sido reconocidas incluso por la justicia internacional. Con base en sus hallazgos, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado en el 2014 por los desaparecidos en el Palacio de justicia y su negligencia a la hora de socavar la verdad. Se ganó el nombre de la ‘fiscal de hierro’ por sus férreas investigaciones en el caso del Palacio de Justicia que le dieron la vuelta a muchas de las hipótesis anteriores que habían dado por cerrado el caso de cara a las responsabilidades castrenses. A través de videos Buitrago logró identificar a las personas que salieron con vida y que luego aparecieron muertas dentro del Palacio o en la morgue. Su tenacidad se vio también en sus acusaciones que terminaron mandando a la cárcel al exdirector del Das, Jorge Noguera y a Guillermo León Valencia Cossio.
La reacción de Ricardo Puentes no se hizo esperar y publicó un artículo titulado ‘Cae el muro de Berlín de la Fiscalía‘. Se atrevió a afirmar que Buitrago era aliada con el narcotráfico y la guerrilla. Buitrago no dudó en demandarlo penalmente por injuria y calumnia y para ello encargó al abogado William Monroy quien lleva varios procesos contra el expresidente Uribe y participó como conjuez de la Corte en la condena de los exministros Diego Palacio y Sabas Pretelt. La demanda contra Ricardo Puentes fue radicada en la unidad antiterrorista de la Fiscalía, entidad de la que salió casi en el mismo momento, en septiembre del 2010, Angela Maria Buitrago por decisión de Guillermo Mendoza Diago, fiscal encargado en reemplazo de Vivianne Morales.
Los últimos cinco años no han sido fáciles para Puentes. Su hijo estuvo secuestrado y, según él, la investigación sobre el Palacio y las denuncias del falso testigo le trajeron graves consecuencias laborales, al punto que su único capital terminó siendo su casa y su portal de noticias Periodismo sin Fronteras. Y para rematar hace un mes la demanda de la que nunca había sido informado, tomó vida. Y de manera acelerada.
En mayo, repentinamente, Puentes fue citado a una audiencia preliminar de imputación de cargos en el juzgado 5 penal municipal por el delito de injuria agravada y calumnia agravada en concurso por parte del fiscal Danilo Arévalo. Puentes no aceptó los cargos. En respuesta el juez ordenó el embargo del único bien que posee el periodista: una casa avaluada en $100 millones de pesos como respaldo a la indemnización solicitada por la demandante en la eventualidad de ser declarado culpable.
Yo no dignificaré a Puentes llamándolo ‘periodista’, porque él no se dedica al periodismo, no se preocupa por informar verazmente a la ciudadanía. Su portal es más una cloaca de la extrema derecha donde las afirmaciones gratuitas están a la orden del día antes que un portal periodístico, y, ciertamente, él no demuestra ningún interés por saber si algo es verdad o no — más bien parece que, para él, la verdad se decide según si la información es favorable o no a su opinión. Ya tenemos un nombre para eso: ideólogo; que es lo que es Puentes, un ideólogo y si quiere dedicarse a eso, bien puede.
Pero, como de costumbre, afirmaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias y si uno va a acusar a una Fiscal estrella, premiada a nivel internacional y que ha ayudado a traer justicia y cerrar dolorosos capítulos de la historia de un país, se necesita algo más que el convencimiento de que esa persona es Voldemort para atacar su honra.
A diferencia de lo que hace Puentes con aquellos con quienes tiene diferencias de opinión, yo sí espero que él tenga un proceso justo y que, si prueban que cometió un delito, sea condenado por lo que hizo; independientemente de lo que piensa. Él debe ser libre de expresar sus puntos de vista, siempre y cuando respete los límites de la libertad de expresión.
Después del embargo, el ‘Centro’ ‘Democrático’ cuestionó la medida, llamándola “politización de la justicia” y diciendo que es “cercenar la libertad de expresión”. Es curioso, porque no les pareció que la libertad de expresión estuviera siendo cercenada cuando, en su convención, el pastor Jaime Fonseca Triviño amenazó al periodista Gustavo Rugeles, quien sólo estaba haciendo su trabajo —ese sí periodismo— con preguntas incómodas sobre la presencia de nazis en la convención.
Supongo que Puentes está tan convencido de sus ideas que no le molesta ser utilizado como chivo expiatorio del uribismo para avanzar la narrativa de persecución política. Pobrecito. Ojalá su defensa tenga más asidero en la realidad que sus convicciones.
(imagen: Pixabay)
