La Iglesia Católica tiene una fascinación morbosa con la sangre. Cada vez que pueden hacen tour de sangre de algunas de sus figuras históricas para que la gente admire (!) y el último episodio de esta enfermiza tradición es pasear una gota de sangre del protector de pederastas Karol Wojtyła, mejor conocido como Juan Pablo II.
Ayer la gota pasó por el municipio de Marinilla (Antioquia). Su muy avispado alcalde, Gildardo Hurtado, consideró que era la ocasión perfecta para desperdiciar recursos públicos en promover la superstición católica —que esos voticos nunca vienen mal—:
Con gran fervor y la presencia de personas de diferentes municipios del departamento, se vive en Marinilla visita de las reliquias de San Juan Pablo II.
Posted by Municipio de Marinilla on Wednesday, June 3, 2015
Lo irónico es que esta farsa se hizo en nombre de la reconciliación — a mí se me da fatal sentirme reconciliado con quienes insisten en imponer su religión y mucho menos cuando es con dinero de los contribuyentes. Aquello de que Colombia es un Estado laico y tales.
(vía Pequeño Hereje | imagen: Alcaldía Marinilla)