Desde la vez pasada que el presidente Juan Manuel Santos se puso en ridículo dejando el proceso de ‘paz’ en manos de su amigo imaginario, la paz no ha llegado a Colombia.
A pesar de ser un método inútil, My President repitió la fórmula del populismo supersticioso, a ver si levanta un poco su deteriorada imagen:
Este sábado el presidente Juan Manuel Santos desde la localidad de Bosa, en Bogotá, habló de lo difícil y lo complejo de lograr la paz. Le pidió a Dios que le ilumine el camino para conseguirla y dijo que lo que se ha hecho hasta el momento en las negociaciones con las Farc ha sido lo planeado y estudiado.
“Cada paso que hemos dado ha sido muy bien meditado. Vamos en la dirección correcta para lograr la paz. Es un proceso complejo, lleno de obstáculos, de dificultades. Monseñor Romero pagó con su vida la búsqueda de la paz y lo están beatificando por eso, porque toda su vida luchó por la paz en El Salvador, en el cielo debe estar viendo el fruto de sus esfuerzos y después de tanto años de guerra El Salvador está en paz. Eso es lo que yo quiero”, dijo el jefe de Estado.
Tan desesperado está Santos que además anunció que irá al Vaticano a pedirle consejo al Papa.
¡Qué importa si el tipo justifica el terrorismo! O que Colombia sea un Estado laico.
Todavía hay quien cree que la paz se puede alcanzar pisoteando los derechos de los no-católicos y tratándonos como ciudadanos de segunda clase, cuando sabemos que, precisamente, la paz se alcanza al contrario.
Qué triste que se despilfarre el dinero de los contribuyentes en cuenticos de hadas absurdos que no aportan a la verdadera solución del conflicto, sino a la imagen del Presidente.
(imagen: Alex E. Proimos via photopin cc)