La comunidad católica está feliz por un ‘milagro’ en una iglesia de Illinois: pusieron una hostia en agua y a los cuatro días “se había convertido en sangre y vino”. Este ‘milagro’ ya había ocurrido en Minnesota en 2011.
Esa vez se supo que, realmente, no es ningún milagro:
La arquidiócesis envió la hostia a un laboratorio no identificado para ser sometida a pruebas y publicó los resultados el miércoles en un comunicado del portavoz de la arquidiócesis Dennis McGrath.
“Un análisis biológico exhaustivo por un laboratorio científico independiente ha determinado que la coloración rojiza en el fragmento de hostia para la Santa Comunión que se mantuvo en una solución de agua después de que se descubrió en el suelo de la iglesia de San Agustín… fue causada por un hongo. La hostia en cuestión ha sido eliminada en la forma prescrita por la ley de la iglesia.
“Mientras que la Iglesia Católica reconoce plenamente la posibilidad de los milagros y permanece abierta a su posibilidad, lo hace con escrutinio, investigación y atención extremos. Este incidente fue el resultado de causas biológicas naturales y no debe considerarse de ninguna otra manera“.
Hemant Mehta plantea una pregunta interesante para que le hagan a su sacerdote más próximo: ya que creen la hostia es literalmente el cuerpo de Cristo, que la hostia se vuelva roja, ¿no sería más bien lo contrario a un milagro… ?
Un antimilagro — dios está tratando de decirles algo. Si tuviera que adivinar, sería que dejen de follarse niños.
(imagen: Pixabay)