El cristianismo sigue ofreciendo bufones para que ríamos a carcajadas:
En un caso insólito, el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, ha recibido en los últimos meses el cobro del diezmo de un culto cristiano de la capital que asegura que gracias a sus oraciones se logró la restitución del mandatario distrital luego de que fuera destituido por la Procuraduría en diciembre de 2013.
Lilia Inés Travecedo, quien dice ser la líder, envió en su momento una primera carta pidiendo el pago de 800.000 pesos por el diezmo. Tras no recibir respuesta de la Alcaldía, envió un segundo cobro, esta vez por $1’800.000, y finalmente el último por tres millones de pesos.
Según Travecedo, las oraciones que hizo permitieron que el alcalde Petro volviera al cargo. “El que más ha recibido la bendición que Dios le dio de parte mía fue usted”, dijo la mujer a Noticias RCN, y además le envió un mensaje al mandatario asegurando que “nuestro Señor me mandó a cobrarle los diezmos”.
Además del diezmo, el culto ha enviado cartas a Petro con el cobro de un cuadro en óleo que, según ellos, Dios ordenó que le fuera pintado y que tiene un costo de 14 millones de pesos.
Tracevedo también le ha estado enviando cuentas de cobro al alcalde menor Carlos Borja, de la localidad de Santa Fe.
Después de que los cristianos asaltaron la ciudad, ¿quedaron migajas? Sí, y también vienen por ellas (y no me extrañaría que Petro se las dé — untado el dedo, untada la mano).
Los ingenuos pensarían que es curioso que una secta evangélica extorsione ‘venda’ tan descaradamente indulgencias (cuando es algo que Lutero denunció), pero por acá ya sabemos que el cristianismo evangélico se lleva el primer lugar en deshonestidad intelectual — son negocios que explotan la ignorancia y los miedos de sus fieles, y no necesitan más que la superstición para guardar las apariencias. La coherencia es para los negocios honestos.
(vía David Molano | imagen: Gonzo Bonzo via photopin cc)
