Desde hace años, el concejo de Santa Marta ha sido infectado con cristianismo, porque la pastora evangélica y concejal Nelly Cadena insiste en iniciar las sesiones con una oración cristiana, práctica que ha defendido de manera deshonesta a como dé lugar.
Pues los ateos de Santa Marta se cansaron e interpusieron un derecho de petición — la respuesta es como para no creer:
Con las intervenciones de la doctora y Concejal NELLYS MARIA CADENA ROJAS, se muestra que en un Estado laico cada ciudadano es libre de expresar sus convicciones y los demás ciudadanos son libres de oírlas, comulgar con las reflexiones o retirarse.
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[L]as intervenciones de la Doctora y Concejal NELLYS MARIA CADENA ROJAS solo es la expresión de las convicciones individuales de una ciudadana en particular, la cual es parte de una Corporación, la cual es parte de las instituciones de un Estado Democrático, la cual es garante de derechos constitucionales como es la libertad de expresión religiosa.
Así mismo con la aprobación de la proposición en donde se le otorga a la doctora y Concejal NELLYS MARIA CADENA ROJAS no se favorece ni desfavorece a ninguna religión ni tienden a “desincentivar, y menos a conferir consecuencias jurídicas desfavorables o de desventaja, contra las personas o comunidades que no comparte la práctica religiosa mayoritaria, bien porque ejercen otro credo, porque no comparten ninguno o, incluso, porque manifiestan su abierta oposición a toda dimensión trascendente“.
La gimnasia retórica de Cadena es dolorosamente pobre. Como Colombia es un Estado laico, darle un lugar especial a las invocaciones cristianas es discriminatorio, punto. Eso no tiene vuelta de hoja.
Que a ella le parezca que el privilegio religioso del que goza su superstición no es discriminatorio es irrelevante: los discriminados son los demás.
(vía Martín)