A principios de abril, la Alcaldía de Santa Marta dio un concierto cristiano con un cantante llamado Funky.
Pues los ateos samarios interpusieron un derecho de petición ante la Contraloría Distrital para que investigue la contratación del cantante cristiano. Y la Contraloría respondió:
En atención al documento radicado en la entidad en el cual solicita [que] el ente de control intervenga para que investigue el proceso de contratación para el concierto de góspel del cantante puertorriqueño Funky; además de los gastos públicos acarreados por ese evento. Al respecto le manifestamos que la inquietud fue radicada en la oficina de control fiscal de esta Entidad con el No. 019PC-15 para su respectiva evaluación.
Damos gracias por su compromiso social, manifestado a través de su inquietud, y en aras de fortalecer el control fiscal participativo y que la comunidad samaria se sienta satisfecha con las respuestas dadas a sus inquietudes y comentarios, este Órgano de Control Fiscal evaluara la petición en el Comité Institucional de Participación Ciudadana, para determinar la competencia, para su respectiva investigación; una vez se generen los resultados de la investigación si es el caso, serán comunicados para su conocimiento y fines pertinentes.
El caso de los Ateos Samarios es muy llamativo porque aunque no cuentan con una organización atea jurídicamente constituida, el activismo laico de la ciudad es impresionante: han cuestionado la violación al laicismo de la Universidad del Magadalena y tienen dos videos, uno sobre percepción del ateísmo en Santa Marta y otro sobre percepción del laicismo en la UniMagdalena.
Mientras esperemos a que la Contraloría investigue, estos proactivos activistas podrían crear una asociación — ¡la de cosas que lograrían!
(vía Diego Vargas | imagen: Alcaldía de Santa Marta)