Para cerrar bien la semana: hace unos días, al Concejo de Cartagena llegó un proyecto para acabar con las oraciones diarias de la corporación, una agradable muestra de respeto a la Constitución de los cabildantes locales.
En el desarrollo del proyecto, se retiró un Cristo del salón de las plenarias:
Lo reubicamos ante el proyecto de acuerdo presentado por un grupo de concejales que piden retirar la oración al inicio de cada sesión, por eso, atendiendo a esa propuesta cambiamos la imagen del Cristo por representar una sola religión. El Cristo está en mi oficina y seguirá presente en el recinto”, explicó [David Dáger, presidente del Concejo].
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“Es un tema legal, Es un tema constitucional, donde los ciudadanos tienen la libertad de escoger su religión, nosotros como órgano público no podemos a obligar a las personas que asistan al recinto a rezar pues existen diversidad de creencias”, indicó David Dager, presidente del Concejo.
Un tal Pedro Torres, entrevistado por El Universal, comentó que “la imagen del Cristo no estaba causando mal a nadie“. Pues sí, sí lo estaba haciendo porque discriminaba a los ateos de Cartagena (de hecho, discriminaba a todos los no-cristianos de la ciudad).
Colombia es un Estado laico y el Cristo violaba esa disposición, causándole mal a todos los ciudadanos.
¡Y yo viví para ver políticos que respetan el laicismo por cuenta propia! Un momento, ¿seguimos en Colombia?
(vía Diego Castilla | imagen: Bradley N. Weber via photopin cc)