Hace poco, el Pew Research Center concluyó que en el 2050 el cristianismo y el islam tendrán el mismo número de fieles y serán las religiones mayoritarias (¡qué peligro!).
Sin embargo, en el Secular Policy Institute explican por qué estas cifras son poco acertadas:
Estas proyecciones se basan en el tamaño actual y la distribución geográfica de las principales religiones del mundo, así como las diferencias de edad, las tasas de fecundidad y mortalidad, y los patrones en la conversión. Se espera que el número de adeptos al islam iguale al cristianismo en el año 2050, debido a las tasas de fertilidad de los musulmanes, así como la conversión en la fe. En la actualidad, el islam se documenta como la religión de más rápido crecimiento, y se prevé que esta tendencia continúe. Sin embargo, hay algunos defectos importantes en esta proyección. La predicción de que el islam aumentará considerablemente debido a las altas tasas de fecundidad hace la suposición de que los niños van a adoptar la religión de sus padres. Como ha señalado varias veces Richard Dawkins, miembro del SPI y autor de El espejismo de Dios, etiquetar a los niños pequeños con las afiliaciones religiosas de sus padres es tan absurdo como etiquetarlos con las afiliaciones políticas de sus padres: son demasiado jóvenes e inexpertos para tener creencias religiosas y políticas. Mientras que la encuesta del Pew tuvo en cuenta la conversión adulta, también dejó muy claro que los niños de todas las edades —incluyendo los más pequeños— fueron contados en este estudio.
Otra cuestión importante que señaló el estudio es que en algunos países la conversión es ilegal, a veces teniendo la muerte como el castigo por apostasía. En ese caso, muchas personas que se identifican públicamente con una religión en particular en realidad podrían creer en secreto en las enseñanzas de otra religión o no tener ninguna religión. Incluso en países con libertad religiosa, algunas personas se ponen en riesgo de ostracismo si se identifican abiertamente como ateos o incluso con una religión diferente. Estos factores podrían haber sesgado los resultados de la encuesta. Puede muy bien ser cierto que el islam será casi tan grande como al cristianismo en 2050, pero las tendencias actuales deben determinarse con mayor precisión. Por lo menos, debería haber una edad mínima para ser contados para ésta y otras encuestas.
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