La National Secular Society de Reino Unido otorgó el premio Secularista del Año al personal de Charlie Hebdo por su valiente respuesta al ataque terrorista en su oficina de París:
Sólo una semana después del ataque el 7 de enero de 2015, en el que 12 personas murieron, el resto del personal de Charlie Hebdo publicó una edición de la revista que destacaba una imagen de Mahoma y un editorial haciendo una encendida defensa del laicismo y el derecho a la libre expresión .
El presidente de la NSS, Terry Sanderson, dijo: “Desde los acontecimientos del 7 de enero en París, Charlie Hebdo se ha convertido en más que una revista — se ha convertido en un ideal, un símbolo de democracia, un grito de guerra para los que valoran la libertad y la apertura en el debate público.
El horror de Charlie Hebdo se ha unido ahora a la corriente sin fin de otros ultrajes cometidos en nombre del islam. La diferencia es que impulsó un compromiso con la libertad de expresión y el laicismo por parte de millones de personas.
Vista de manera objetiva, la blasfemia es un concepto ridículo, transparentemente inventado para proteger de cualquier desafío ideas eminentemente discutibles.
Puede ser ridículo, pero también es letal.
De las cuarenta o más nominaciones que recibimos, hubo una que no podía ser ignorada, ese fue el claro y único posible ganador”.
Martin Rowson, caricaturista del Guardian, aceptó el premio en nombre del personal de Charlie Hebdo.
Charlie Hebdo prometió donar las £ 5000 del premio al fondo de apoyo a las familias de los caricaturistas asesinados.
A principios de marzo, la Islamic Human Rights Commission —organización apologista del terrorismo islámico— le concedió el disparatado ‘premio’ Islamofóbicos Internacionales del Año (?) a los caricaturistas franceses asesinados por sus correligionarios. (El premio dentro de Inglaterra fue para Maajid Nawaz, un verdadero musulmán moderado (!), por sus críticas del extremismo.)
Como sabemos, la islamofobia no existe (temerle a una ideología totalitaria y genocida no es un miedo irracional). En cambio, el laicismo y la libertad de expresión sí existen… al menos, por ahora.
(imagen: Wikipedia)