El exmagistrado y excandidato presidencial Carlos Gaviria Díaz murió esta noche. Las notas de prensa al respecto están enfocadas en su militancia política; así que le dejaré ese tema a los grandes medios y esta corta despedida se centrará en temas más específicos — evitaré que sea una hagiografía, pues no voy pretender que no tenía profundas diferencias ideológicas con él.
A pesar de que Gaviria no era santo de mi devoción, es triste que ya no nos acompañe. La última vez que lo mencionamos por acá fue cuando se opuso al reclutamiento infantil religioso, tema que no es fácil de exponer y que él consiguió hacerlo en poco más de dos párrafos. Gaviria fue ponente de la sentencia que legalizó el porte y consumo de la dosis personal y de aquella que permitió la eutanasia en Colombia. Por estas decisiones, creo que Gaviria merece nuestra gratitud.
Como dije, también tenía diferencias con él. La más clara fue con su defensa del agnosticismo (que siempre me pareció sospechosa). Y hay posturas que sentó en su jurisprudencia, mientras fue magistrado de la Corte Constitucional, que no comparto; en este momento recuerdo particularmente la sentencia que confirmó el incesto como un delito, incluso en los casos en que es llevado a cabo por dos mayores de edad que dan su consentimiento —además, de manera inexplicable, en esa sentencia la pseudociencia psicoanalítica fue utilizada como fuente de conocimiento—.
Tengo la impresión de que en otras sentencias, Gaviria le hizo guiños a la pseudociencia y el relativismo cultural, y que él les abrió la puerta en el ordenamiento jurídico colombiano desperdiciando una oportunidad única para deshacerse de esas lacras sociales de una vez por todas, pero no pude rastrear esas sentencias. (Si/cuando consiga hacerlo, actualizaré este post — se acepta la ayuda de los lectores.)
Entre la Corte Constitucional que tenemos hoy y la de la época de Gaviria, nos vendría bien una más parecida a la de los tiempos de Gaviria.
En este momento, mis pensamientos acompañan a sus familiares, allegados y admiradores.
(imagen: Wikipedia)