Hace un mes, Reino Unido aprobó la fecundación in vitro mediante transferencia de mitocondrias, lo que implica que cualquier persona concebida así tendría el ADN de tres progenitores. Como de costumbre, los religiosos se opusieron diciendo que se estaba “jugando a ser dios“.
Kanan Malik les responde “¿Y qué?“:
La mejor analogía para la transferencia mitocondrial es la de un trasplante de órgano. El trasplante de mitocondrias sanas es poco diferente del trasplante de un riñón o corazón sano en una persona con un órgano enfermo — y no debería ser más éticamente preocupante.
Si el término “bebé de tres padres” no describe la realidad del proceso, sí aumenta el espectro de científicos que “juegan a ser Dios” y la defensa de métodos supuestamente antinaturales. La creencia de que los científicos o los médicos no deben jugar a ser Dios siempre me ha parecido extraña. Jugar a ser Dios —en el sentido de interferir en el curso natural de los acontecimientos con el fin de mejorar las vidas humanas— es precisamente lo que los médicos están obligados a hacer todos los días del año. Ya sea en el trasplante de corazones naturalmente defectuosos, o dando a luz a un bebé por cesárea cuando el parto natural puede ser imposible o peligroso, la esencia misma de la medicina es la de corregir los errores de la naturaleza.
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Los críticos de la transferencia mitocondrial giran su cabeza a las cuestiones éticas. No hay razones para considerar la transferencia mitocondrial como inmoral. Sin embargo, hay algo profundamente inmoral en el intento de bloquear técnicas que podrían aliviar el sufrimiento de miles de bebés que nacen cada año con alteraciones mitocondriales.
A los opositores les gusta enmarcar el debate como uno entre científicos inmorales, empeñados en el progreso a cualquier precio, y los que tratan de colocar el avance científico en un marco moral. Pero ¿qué tiene de moral causar sufrimiento innecesario al impedir avance médico? ¿Y qué podría ser más ético que buscar reducir ese sufrimiento mediante el desarrollo de técnicas médicas?
Malik ya ha argumentado de manera similar (e igualmente acertada) en el caso de la investigación con células madre.
Para los interesados en el debate sobre hijos con transferencia mitocondrial, no puedo sugerir suficientemente el artículo al respecto de mi amigo Martín, quien además de argumentar en el mismo sentido de Malik, aborda otras objeciones también bastante pobres.
(imagen: Jello shooters? via photopin (license))