En 2014, María Luisa Piraquive se erigió como una censora e inquisidora de periodistas (la pobre quedó ardida porque su engendro de iglesia-movimiento político perdió votos después de que se hicieron públicas sus declaraciones discriminatorias).
Afortunadamente, su costosa estrategia legal ha sido un nuevo y estrepitoso fracaso:
La abogada Marilú Méndez presentó una acción de tutela contra La Silla Vacía y el periodista Manolo Azuero por la publicación del articulo “Las cuestionadas condecoraciones de Piraquive“. La tutela fue negada por el juez 14 civil del circuito José Francisco Leal el 12 de febrero de 2014 dándole la razón al portal.
También fue la apoderada contra el portal KienyKe en enero de 2015 por la publicación “El controversial premio que recibió la pastora María Luisa Piraquive“, caso en el que ya en segunda instancia el 11 de marzo de 2015 el Tribunal Superior del Distrito, ratificó la decisión en contra de Piraquive inicialmente proferida por el Juez 44 penal del circuito, negando el amparo de los derechos invocados por Piraquive.
La Revista Semana, Noticias RCN y Noticias UNO también ganaron finalmente la batalla legal, cuyos procesos que han sido liderados por la exdirectora del CTI Marulú Méndez.
Jaime Granados también es consultor de cabecera y defensor en otros procesos de Piraquive. Estuvo al frente de la fallida conciliación de la pastora con analista de La FM Natalia Springuer [sic] quien afirmó que “no creía que la pastora tuviera el poder de la profecía y que, abusando de su posición como autoridad religiosa, estaba defendiendo una ideología abiertamente discriminatoria”. En el cara a cara con Granados, Springer no se retractó ni una coma en una diligencia frustrada por la ausencia de Piaraquive. La demanda continúa su curso y Granados hace lo propio como consultor permanente de en otros casos como otro contra el del periodista Juan Pablo Barrientos y el equipo de La FM.
El portal Las2Orillas tampoco estuvo exento de arremetida legal. A través de una acción de tutela María Luisa Piraquive mediante su apoderada Marilú Méndez Rada, pretendía rectificar lo dicho por el ciudadano John Alexander Díaz en el artículo titulado “País piraquivesco“. En primera instancia en juez 38 civil del circuito la negó pero esta fue impugnada ante el Tribunal Superior de Cundinamarca, instancia en la que nuevamente fue rechazada su solicitud.
La cienciología aprendió a las malas que la persecución jurídica contra los críticos sólo es buen negocio para los abogados, y parece que Piraquive también lo está aprendiendo a las malas. Ahh, Schadenfreude!
Ahora Piraquive está creando medios de la iglesia. ¡Genial! Más lugares donde quedarán patentes sus mentiras y su promoción del odio.
A mí nunca deja de asombrarme cómo los religionistas acuden a acciones mundanas y terrenales en vez de pedirle ayuda a su todopoderoso amigo imaginario — al parecer, ser el elegido de dios ya no significa que el mar se tragará a los enemigos, ni enviarán plagas para matar primogénitos. Debe ser frustrante ser profeta de segunda clase.